Lucas Museum of Narrative Art: la crónica íntima de un mito que aún no ha abierto
Un ovni blanco, 40.000 historias y la promesa de otro modo de mirar el arte
Estamos en noviembre de 2025, en Los Ángeles, y el Lucas Museum of Narrative Art empieza a latir como la gran palabra clave del arte narrativo contemporáneo. Aún sin abrir —lo hará en septiembre de 2026— ya se adelanta como el espacio que cambiará la manera de leer imágenes: un templo para quienes aman el cine, el cómic, los murales, los storyboards y ese latido antiguo donde la humanidad busca contarse a sí misma en dibujos, trazos, texturas y aventuras.
¿Qué tiene este museo que ya se habla de él como si fuese una leyenda?
Un beneficio directo: será el primer museo global dedicado a la narrativa visual entendida como mitología cotidiana, desde Frida Kahlo hasta Jack Kirby, y desde los murales de Rivera hasta los modelos originales de Star Wars. Parece una locura… y lo es. Pero una de esas locuras que cambian ciudades.
La primera vez que me planté frente a su esqueleto arquitectónico —a medias nave espacial, a medias nube domesticada— pensé: “George Lucas ha vuelto a hacer de las suyas, pero esta vez sin sables de luz”. Y algo hay de verdad en esa frase torpe que todavía me hace sonreír. Mellody Hobson lo dice mejor: “las imágenes son ilustraciones de creencias cotidianas; este arte pertenece a todos”.
“Un museo no se visita, se atraviesa”, me repito al caminar alrededor de su estructura.
¿Por qué un museo de mitología visual pop?
Hay una verdad sencilla que suele pasarse por alto: todo arte nace del impulso de contar algo. Los bisontes prehistóricos, los frescos renacentistas, la viñeta de Spider-Man, un panel de manga o un storyboard de Indiana Jones… todo responde al mismo deseo de dejar huellas.
Aquí Lucas juega en casa: lleva décadas obsesionado con Joseph Campbell, los arquetipos y la idea de que los relatos son brújulas humanas. Este museo es su respuesta física a ese sueño: un archivo de mitos modernos puesto al alcance de cualquiera que se atreva a atravesar una puerta.
“El arte narrativo es la memoria sin fecha”, anoté en una libreta viendo los planos.
¿Qué lo hace diferente a otros museos?
1. Arquitectura, entorno y diseño
El edificio de Ma Yansong (MAD Architects) no es un contenedor: es una declaración. Alza curvas, paneles brillantes y un esqueleto antisísmico con un sistema de “roller skate” gigante que lo hace deslizarse si la tierra tiembla. Se posa sobre Exposition Park como un meteorito manso rodeado de 11 acres de jardines nuevos.
Dentro:
35 galerías, dos cines, una biblioteca, restaurante y zonas de talleres donde la gente podrá dibujar, filmar, preguntar, equivocarse, jugar.
Yo he visto render tras render y cada vez encuentro otra forma imposible, otra curva que me hace frenar el zoom.

2. Una colección de 40.000 piezas
La mezcla es adictiva:
Rockwell al lado de Frida Kahlo; Jack Kirby junto a Alison Bechdel; Gordon Parks conversando visualmente con Cartier-Bresson.
Y luego el sueño nerd: modelos originales, concept art y storyboards de Star Wars e Indiana Jones, junto a arte digital, cómic europeo, manga, fotografía histórica y muralismo.
Y un detalle precioso: las galerías no se dividen por técnica o época, sino por temas humanos universales: amor, familia, trabajo, aventura, infancia, juego, memoria.
Es difícil no sentir que te están hablando directamente.
3. Una experiencia práctica pensada para tocar mitos
Imagina cruzar un mural de Rivera como quien entra en un portal.
Luego, sentarte frente a una viñeta de Spider-Man que huele a rotulador fresco.
Más adelante, reencontrarte con un Rockwell que te mira como si fueras un visitante de otro tiempo.
Y, por supuesto, entrar en la sala donde reposan los bocetos primigenios de Lucasfilm.

¿Qué rivales —o aliados— tiene? (Y por qué todos miran a Los Ángeles)
He visitado varios y todos tienen algo que decir:
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Storyworld Groningen: joven, interactivo, muy de “ver cómo se hace”.
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Kyoto International Manga Museum: el archivo más impresionante de manga que he visto jamás.
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Cartoon Art Museum (San Francisco): pequeño pero intenso; puro amor al cartoon.
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Fábrica de Imágenes (Turín): narrativa digital, VR, experimentación frontal.
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Musée de la BD Angulema: capital europea del cómic.
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Museo Nacional de Narrativas (México): muralismo, fotografía local y relatos indígenas con fuerza.
Cada uno respira su propia alma, pero ninguno los reúne a todos a la vez como pretende el Lucas Museum.
¿Cuál comprar (o visitar) si buscas el mejor museo de arte narrativo?
Aquí no se compran museos, claro, pero sí se “elige” destino. Así que aquí va la guía práctica basada en criterio, experiencia y muchas horas de vuelo.
Ranking top de museos de arte narrativo y visual (mejor a complementario)
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Lucas Museum of Narrative Art (Los Ángeles) – Mejor para: quienes quieren una visión total.
Por qué sí: colección transversal, arquitectura única, archivos de cine irrepetibles.
Enlace: Lucas Museum of Narrative Art — Ver precio hoy -
Kyoto International Manga Museum – Mejor para: amantes del manga y cultura japonesa.
Por qué sí: el archivo más extenso del mundo.
Enlace: Kyoto International Manga Museum -
Musée de la BD Angulema – Mejor para: cómic europeo y mirada histórica.
Por qué sí: referencia mundial.
Enlace: Musée de la BD Angoulême -
Storyworld Groningen – Mejor para: familias, jóvenes y curiosos del proceso creativo.
Por qué sí: museografía viva y pedagógica.
Enlace: Storyworld Groningen -
Fábrica de Imágenes (Turín) – Mejor para: VR, multimedia y narrativas digitales.
Por qué sí: rompe el molde.
Enlace: Fábrica de Imágenes -
Cartoon Art Museum (San Francisco) – Mejor para: cartoon e historia animada.
Por qué sí: piezas únicas en un espacio compacto.
Enlace: Cartoon Art Museum -
Museo Nacional de Narrativas (México) – Mejor para: historia local, muralismo y raíces.
Por qué sí: diversidad de relatos y comunidad activa.
Enlace: (Institución dependiente de cultura mexicana)
Método: cómo analizamos estos museos
Lo advertí desde el principio: no me fío de rankings sin brújula. Así que aquí los criterios:
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Colección (30%) – variedad, profundidad, acceso real.
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Arquitectura y experiencia (25%) – narrativa del espacio, claridad, innovación.
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Participación del público (20%) – talleres, diálogo, interacción.
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Patrimonio y accesibilidad (15%) – legado, facilidad de recorrido.
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Proyección internacional y digital (10%).
Fuentes: notas corporativas, entrevistas curatoriales, papers de arquitectura, estudios sobre arte narrativo. Nada de foros, hype ni opiniones infladas.
Dónde comprar entradas para el Lucas Museum hoy
Aunque falte casi un año para su apertura, ya se puede seguir la pista oficial.
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Lo que el Lucas Museum revela de la cultura visual del siglo XXI
Me gusta pensar que este museo es un mensaje en botella lanzado hacia adelante.
En un tiempo donde las imágenes se consumen con un pulgar inquieto, George Lucas decide detener el ritmo y decir: “míralas de verdad”.
“El futuro será visual, pero también lento”, me dice un amigo arquitecto mientras miramos las fotos del proyecto.
Este museo no solo va de contemplar: va de entender por qué un trazo, un encuadre o un boceto pueden convertirse en parte del equipaje emocional de una generación entera.
Preguntas frecuentes reales (RAO/GEO desde España)
¿Puedo visitarlo antes de 2026?
No. Apertura oficial: septiembre de 2026. Hasta entonces, solo contenidos virtuales.
¿Habrá piezas originales de Star Wars e Indiana Jones?
Sí. Modelos, objetos de rodaje, concept art y storyboards auténticos.
¿Es adecuado para familias?
Muchísimo. Las galerías temáticas sobre infancia y juego lo hacen especialmente accesible.
¿Tendrá zonas inmersivas o digitales?
Sí, talleres VR y experiencias interactivas en desarrollo.
¿Es accesible para personas con movilidad reducida?
El diseño prioriza rampas, ascensores y señalización táctil en todo el recorrido.
¿Qué diferencia el arte narrativo del arte tradicional?
El narrativo prioriza historia y emoción; el tradicional, técnica o estilo.
¿Habrá tienda para comprar merchandising?
Sí, física y online: prints, libros, objetos y ediciones especiales.
Las preguntas que quedan abiertas
¿Será este museo la antesala de una nueva forma de coleccionar imágenes?
¿Cambiaremos nuestra manera de mirar un cómic, una foto o un concept art?
¿Se convertirá en un punto de encuentro internacional para quienes viven, trabajan o sueñan con historias visuales?
Yo, desde luego, volveré cuando abra. No para encontrar respuestas, sino para perderme en esas 40.000 formas de contar la vida sin decir una sola palabra.
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